Tuesday, August 25, 2009

Caminante... no hay camino.

El día parece más largo de lo normal, al menos esos ojos vigilantes se ocultan de la luz del sol y me dejan dormir con tranquilidad... la luz se acaba y uno a uno vuelven a asediarme, a buscar mi mirada para transportarme a través de la suya a mundos bizarros en los cuales solo existe la noche. Los gemidos de las víctimas de las torturas incesantes de los Hantrosz retumban en mis oídos mientras corro tratando de escapar hacia la realidad, que ahora está cada vez más distante de lo que parecía en un principio estar, nunca creí que alguna vez ansiara esconderme en la realidad del mundo de la realidad que una vez creé en mis sueños, ahora mi cuarto pintado azul cielo que antes detestaba se me antoja apacible y acogedor, el trabajo que me atormentaba y las personas que me molestaban lucen tan agradables. Las cavernas que se forman entre las rocas no ofrecen un refugio seguro de la fulminante mirada que ellos arrojan, parece como si estuvieran hechas de el último soplo de vida que exhala una persona al partir a lo que todos creen es un mundo mejor. Cuando me encuentran siento como una fuerza me arrastra lentamente pero con fuerza hacia el bosque en el que jugaba en mis sueños cuando era niña, no es ahora tan seguro como antes lo imaginé, está lleno de laberintos y criaturas que esperan que duermas para convertirte en el solo recuerdo de lo que fuiste. ¿Pero qué pasa si ni eso pudiera quedar cuando nuestra lamentable vida se termina? ¿Quién asegura que en verdad seremos recordados con afecto por alguien o incluso con desprecio? ¿Qué seguridad tenemos de que nuestro camino por el mundo quedó marcado? Y tal vez ese es el más terrible miedo con el que cargamos durante nuestra vida los amantes de las letras y el arte, los que admiramos a los autores que nos precedieron con la esperanza de que algún día podremos ser tanto o más grandes que ellos, el miedo a ser olvidados. ¡Qué triste vida es la que vive el artista! Siempre esperando a ver la reacción que de su obra tienen los espectadores; los actores y músicos los aplausos, los escultores, fotógrafos y pintores las palabras de elogio y las exposiciones en un salón más, los autores la interpretación de sus canciones, los escritores ver su libro convertido en el siguiente 'BEST SELLER'. Pero aún cuando llegan a conseguirlo todo siguen sufriendo, porque el artista nunca deja de crear pues de ello toma la fuerza para seguir viviendo un día más, día en el cual sufrirá la angustia de ver su obra arrumbada en el rincón del olvido. La maldición del artista es su propia percepción, su sensibilidad, su don; no puede dejar de expresar por uno u otro medio sus sentimientos, no puede dejar de crear, nunca deja de plasmar la interpretación de su sentir a través de lineas y sombras y matices. El artista, por desgracia, está condenado a sufrir, las más grandes maravillas fueron creadas bajo la influencia del más ruín sentimiento de tristeza, agonía, soledad, desesperación, abandono, locura, desamor, desprecio; pero el mundo solo ve que una obra maestra más fué creada en la época 'x' o 'y', que está influenciada por tales o cuales maestros, que viene de cierta escuela, que sigue tal concepto, no saben o no les importa que el artista está poniendo en juego hasta su sangre por crear algo nuevo, no ven que deja su alma al descubierto con cada trazo. El miedo terrible de ser olvidados. Pero aún así nos seguimos refugiando en nuestros mundos bizarros, seguimos sintiendo mil veces más la agonía de ser abandonados por nuestro ser amado, contenemos el llanto y concentramos el sentimiento para después desbordarlo en una tormenta de pintura, tinta, tiza, notas, mármol y arcilla, nos esforzamos porque quien lo llegue a decubrir entienda al menos un centésimo de lo que sentimos al crearlo, rogamos porque llegue a manos de quien lo inspiró y se le ilumine el rostro al saber que ésa obra le pertenece, al igual que nuestra alma. No es fácil desnudar la esencia de lo que somos, la raíz del alma que nos alimenta, pero se hace día con día, se siguen soportando las embestidas de quienes no ponen su corazón en entender la obra creada y la descartan por creerla vacía, se sigue poniendo la esperanza de la vida en una persona que creemos que nos complementa para al final, cuando parte, darnos cuenta que en realidad en este mundo ya nada lo es, seguimos haciendo a un lado nuestras conclusiones para volver a confiar en la raza humana, por más veces que nos haya defraudado, seguimos esperando, mientras la obra solo padece nuestro engaño.

song

INCUBUS - 11 AM

Seven am;
The garbage truck beeps as it backs up
And I start my day thinking about what I've thrown away.
Could I push rewind?
The credits traverse, signifying the end
But I missed the best part.
Could we please go back to start?
Forgive my indecision

Then again, you're always first when no one's on your side
But, then again, a day will come when I want off that ride.

Eleven am,
By now you would think that I would be up
But my bedsheets shade the heat of choices I've made
And what did I find?
I never thought I could want someone so much
'Cause now you're not here and I'm knee deep in that old fear.
Forgive my indecision... I am only a man.

Then again, you're always first when no one's on your side
But, then again, a day will come when I want off that ride.

Twelve pm and my dusty telephone rings.
Heavy head up from my pillow, who could it be?I hope its you.

Then again, you're always first when no one's on your side
But, then again, the day has come and I want off that ride.
.
-
.
love this song my dearest sun boy, you should listen to it...

Wednesday, August 05, 2009

YOU NOW

Sometimes we just don't know...



Pero muchas veces es mejor solamente esperar a ver qué pasa y disfrutar de la situación, nunca sabemos las sorpresas ke el universo puede tenernos. Aunque muchas veces en esos periodos de espera nos pueda invadir la ansiedad, debemos saber ser pacientes, ver todo a nuestro alrededor (personas, cosas, circunstancias), definir qué es lo que realmente queremos para nuestra vida.



Aunque en ocasiones, por más que nos esforcemos y a pesar de lo que meditemos, tomamos decisiones equivocadas y caemos. Hay que saber levantarse de los errores que cometemos y corregir un poco el curso para evadir el iceberg.



Por más que en algún momento se sienta que no existe nadie a nuestro lado, que no se puede encontrar salida, que no hay ayuda alguna, siempre hay alguien con nosotros. Y es maravilloso de pronto darse cuenta que esa persona había estado ahí todo ese tiempo. Nunca sabes con quién vas a ser capaz de derramar lágrimas, no sabes quién va ser capaz de comprenderte y consolarte, de sostenerte y estar dispuesto a compratir contigo su mundo.

Aún cuando hay problemas y desacuerdos es mejor fijar la vista en el lado bueno... de verdad me gusta estar contigo, que me hagas reír e incluso me gusta que de vez en cuando quieras hacerme enojar. Gracias por aguantarme mis berrinches, por esperar, por estar ahí. No sabes cuánto significa para mi.