Friday, March 26, 2010

So... here we go again.

Lo malo con todo lo bueno es que no dura lo suficiente, o al menos no lo que nosotros quisiéramos. No es que a final volteemos y caminemos sobre nuestros pasos para mirar condesdén todo lo que vivimos, es simplemente que la idea de saber que las cosas están mal, están por terminar o acabaron ya nos enferman la conciencia incluso sin darnos cuenta.
.
Pero hay que aceptar que todo ésto no es simplemente nuestra culpa. Es verdad que en algún momento nosotros mismos nos dejamos ir tan fuerte, que la sensación de caída libre nos causaba un irrevocable sentimiento de frenesí que parecía no terminaría, pero también es cierto que no nos permitiríamos sentir eso sin algún tipo de indicio proveniente del exterior.
.
Y aunque yo no sé si todo ya se terminó o se está en algún tipo de negociación incómoda, ese sentimiento de inevitable coalición contra el fondo me tiene con un grado de ansiedad que nunca en mi vida había conocido. Ha sido necesario elevar casi al triple mi ingesta de cafeína y nicotina, y ni qué decir de lo del tiempo a solas, casi imposible para mi en estos momentos, lo cual se vuelve un poco detestable a veces ya que he tenido que refugiarme en sitios como en el que estoy en este momento, todo solo para reducir el tiempo de análisis y autocompadecencia que invade a la mayoría de las personas cuando están en un grado considerablemente más elevado de lo normal de, por decirlo de manera menos lastimera, no agrado hacia el mundo y hacia uno mismo.
.
Y por desgracia las ganas de desahogo por cualquier medio duran menos que las baterías de un aparato electrónico, pero, ¿qué le vamos a hacer? Tal vez es momento de refugiarme en el antiguo 'yo' y mandar al carajo al mundo, con todo y trabajo y familia incluídos, volver a las andadas y al valemadrismo, who knows.

Saturday, March 06, 2010

Porque, ahora, eres tú, no yo.

Porque nunca nos damos cuenta cuánto significa esa persona a quien vemos a diario hasta que un día no nos es posible verla. Porque no importa lo que digan, amor cobra valor en sus labios, tiene más significado. Porque no importa cómo veíamos el mundo antes, llega una persona y nos damos cuenta que vivíamos en un mundo a blanco y negro. Porque un día amanece entre sus brazos y todo es luminoso y nuevo. Porque nunca nos atrevimos a probar algo dieferente y de su mano descubrimos el sabor de lo desconocido. Porque todas esas cosas que tal vez nos molestaron ahora no nos causan el menor desagrado. Porque todo es nuevo, todo brilla, hay más colores, más sabores, porque flotamos, porque podemos caer sin ser lastimados.
Porque tal vez las promesas puedan cumplirse, y ésta vez el 'nunca te haría daño' sea cierto. Porque por mas historias tristes, por más tragedias, por más deslices, siempre habrá algo que cure nuestras cicatrices.
Porque tal vez Romeo y Julieta no estaban equivocados, al no querer existir en un mundo sin su complemento, su ser amado. Porque valía la pena dejar arder Troya por el amor de Elena. Porque vale la pena enfrentarse a todos los caballeros negros con tal de demostrar el amor a Dulcinea. Porque vale la pena que una sirena se convierta en espuma del mar por salvar a su prohibido amor humano. Porque tal vez se justifica a Era al querer alejar a todos de Zeuz, aunque ésto sí lo vea algo extraño. Porque un inmortal ve su espera eterna retribuída al encontrar en alguna era la razón de su existencia. Porque el poeta escribe mil poemas para un amor que jamás olvida y que tal vez jamás lo sepa.
Porque no existen barreras ni prohibiciones capaces de alejar a un ser de su destino. Porque no importa maldición o tragedia que nos aqueje si con ello obtenemos la gracia de su maravillosa mirada.
Irremediable lo llamaría yo, tal vez incontrolable. Pero vale la pena ir contra todo, dar nuestro ser entero por un día más, por esos segundos que anhelamos, por esos labios amielados, por esos ojos de centelleados, por su sonrisa que es de estrella, por esa piel suave y tibia, por ese abrazo tierno y fuerte que promete protección contra la muerte.
Porque querer con pasión está justificado, incluso antes que repiraran nuestros antepasados. Porque de pasión se formó el universo, y así, apasionado, ha de ser terminado.